sábado, 20 de octubre de 2012

¡Corre!

El monstruo se sigue alimentando de las horas que el insomnio me quita. Ahora tiene el tamaño de una persona; pronto, de una montaña.
Lleno mi panza de somníferos. En mí sólo tienen efecto por la mitad de tiempo que en las otras personas. Impotencia. Nadie puede ayudarme. La única certeza es que al aumentar de tamaño me hará cortar cabezas de personas queridas o importantes para mi vida (no siempre es lo mismo). Haré correr sangre, lágrimas y mocos al mismo tiempo. Porque me devora y para saciar el hambre que me causa la ausencia de sesos, he de exterminar tu paciencia.
¡Corre! ¡Corre hasta que dejes de oír el estertor de mi pecho! No esperes a que crezca más ¡Huye! Porque si te alcanzo voy a destrozarte y no me podrás perdonar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EYACULACIONES MENTALES DIRIGIDAS HACIA MÍ