- ¡Vamos a jugar!
- No, yo estoy esperando a alguien. No jugare sin él.
- Pero es temprano. Si quieres, puedes regresar dos horas antes de la hora pactada para tu cita.
- No.
- ¿Quieres ver la nueva película más taquillera?
- Sí, mas no con ustedes. Yo aguardo a "su" llegada.
- Como quieras, pero te quedarás solo.
- Tengo boletos para el concierto de esta noche. Te invito.
- No. Ya casi llega esa persona.
- Tú te lo pierdes.
«Sé que vendrá. Recuerdo esa conversación en la que le pedí algo:
- Puedes respaldarme. Es un proyecto importante.
- ¡Claro! Además, ¿cuándo te he fallado?
- Déjame recordar... La vez en que... En aquella ocasión en que... También...
- Bueno, pero ahora no fallaré.
Finalmente me dejó plantado por otra cosa. Anuló en su mente nuestro compromiso. No importa, creo que no volverá a pasar...»
«Falta poco. Seguro viene en camino... Tal vez si me siento no desesperaré... Quizá deba leer un poco, apuesto a q traerá un lindo detalle como disculpa por la tardanza... Sólo dormiré un ratito, quiero estar fresco a su llegada... Unos minutos nada más. Sé que mi princesa no se olvidará de mí...»
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
EYACULACIONES MENTALES DIRIGIDAS HACIA MÍ