lunes, 26 de marzo de 2012

Velitas

Cuando el sol no alumbra más y los focos en la casa empiezan a fallar, el miedo de quedarme a oscuras me hace temblar. Cada vello de mi cuerpo se eriza. Soy presa del pánico.

Así que prendo velas, diminutas velitas que quizá no conserve así por más de una noche, pero son las mismas que me dan seguridad.

Si estoy sola, en la oscuridad, el terror se apodera de mí. Yo enciendo velitas. Acerco manos, rostro, todo el cuerpo. Dejo que tibien mi cuerpo poseído por oscuridad. Sólo eso.

Permito que esas velas intermitentes sean mi escape, para así no pensar en que en ésta casa no hay luz.

Sólo por miedo a quedarme sin nada que alumbre. Opciones contra la oscuridad, en caso de que no amanezca nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EYACULACIONES MENTALES DIRIGIDAS HACIA MÍ