jueves, 5 de marzo de 2009

DESENVOLVIENDO TU REGALO


Como verás tu obra aún está en construcción. Sigo viva. He deducido que por irónico que parezca, para que tu proyecto quede terminado, bien construido, debe destruirse; eso hará de tu obra un éxito. Erigirás sobre mis ruinas tu bandera. Misión cumplida. Quizá lo peor de todo esto es que pienso ayudarte. Contribuiré, poniendo- o tal vez debiera decir quitando- ladrillo por ladrillo. Juntos será un proceso rápido. Te amo tanto que si anhelas algo haré lo que sea para dártelo. Te deseo feliz.

Seré menos metafórica, olvida el edificio, lo plantearé en mi carne. Haré un lindo espectáculo para ti. Primero quitaré con pinzas pestaña por pestaña, sangraré y derramaré lágrimas; después extirparé los párpados, que entre cada abrir y cerrar me muestran tu figura, la sombra: tú junto a mí -lo dejaré sólo en mi mente-. Después sacaré mis ojos de las cuencas, para qué ver el mundo si lo más bello y dulce no aparecerá cariñoso frente a mí.

Ya hay excitación en ti, puedo verlo, te daré más. Los labios no se han de escapar, quitaré la suave piel que los cubre para ir a quemarlos por horas al sol -supongo no has de querer recordar que estuvieron adheridos a tu ser con tanta vehemencia- cuando ya se haya disminuido su tersura y ámpulas crocantes emerjan a la superficie, las exprimiré hasta dejar mi boca como muerta por cáncer; la arrancaré de mi cara.

¡Oh! No he olvidado los senos, tan dulces y suaves, serán torcidos hasta que salga toda la crema y sangre en su interior.
Las piernas…me cuesta decidir, te diré las opciones y tú escogerás: puedo ser vulgar y hacerles cortes grandes a todo lo largo y ancho, abrasar con hierros candentes un cuadro sí y otro no -sería lindo tener un tablero de ajedrez, en el que tú por supuesto jugarías a ganar- pero aguarda; si deseas las áreas que no sean quemadas las puedo arrancar, así a mis piernas las cubrirían las bellas tonalidades del rojo: oscuro y brillante. Prometí opciones, he aquí la segunda: puedo congelarlas casi al punto de la gangrena, después hervirlas hasta que en trozos la carne se separe del hueso y el hueso se disuelva triste en el agua. Tú eliges. Para el corazón he ideado algo que te deleite al punto del orgasmo… pero eso y el resto lo descubrirás en su momento. Son sólo opciones, que podrás modificar a tu antojo o conservarlas. Ahora dame las pinzas…

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EYACULACIONES MENTALES DIRIGIDAS HACIA MÍ