jueves, 5 de marzo de 2009

TÚ ERES...


Lo diré cómo lo siento

Y al conocerme sabrás no miento:

¡Eres como la muerte!

Pues sólo con tu presencia estoy tranquila,

la misantropía me sienta bien estando a tu lado,

rodeada por dunas de irrealidad comprendo mi destino lejos de ti,

pudriéndome en lágrimas reprimidas.

¡¡¡Un lamento elegiaco brota de mi pecho!!!

¿No lo escuchas…?

Todo estará bien…

¡Eres como la muerte!

Capaz de redimirme del suplicio,

de alejarme del estertor humano y del propio,

de hundirme en un sueño suave, eterno;

de mezclar el teratológico ángel de la verdad

con la Quimera de la fantasía;

de mostrar la sombra de la alegría,

en mi corazón encadenada por el demonio de la cobardía.

Y entre sueños, ente murmullos

dices que soy princesa de hielo

con un volcán dentro,

aconsejas explotar

pero…

¡Tengo miedo!

De ganar la eternidad,

de separarme de ti.

¡Eres como la muerte!

Porque no temo a tu verdad, esa la conozco,

sólo a tu lejanía;

y es por eso que te daré a entender

más no te lo diré…

Lo que vez,

lo que oyes,

es sólo desasosiego, carne y huesos,

falsa fortaleza, dolor oculto

¡Roba mi vida!

Y sólo entonces, gritaré la confesión que me condena:

¡Tú, eres como la muerte!

Pues te espero,

al final del día,

al final de mi vida…

1 comentario:

  1. YO SOY LA MADRE MUERTE, DEJA DE ALABARME jajajajajaja.

    Saludos desde este lapsus

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EYACULACIONES MENTALES DIRIGIDAS HACIA MÍ